TUCUMÁN: CULTURA GASTRONÓMICA PARA DELEITAR AL MUNDO
Autor: Paula Sella
Tucumán no es sólo historia, tradición y cerros. Es también gastronomía,
representada con sello propio e inconfundible, que posee como herencia la
impronta de la cocina española e indígena. Entre los platos más
destacados y típicos, se distinguen las empanadas de carne cortada a
cuchillo, el locro, los tamales, la humita en chala, y la carne de cordero o
de llama. Además, este rincón argentino también se destaca por
la producción de dulces, como los alfajores de miel de caña y los
alfeñiques, dos clásicos indiscutidos de la región.
Tucumán a través de su cocina
Las clásicas empanadas
Fiesta Nacional de la Empanada
Esta fiesta tiene un lugar privilegiado en el calendario turístico de la
provincia, ya que congrega en la ciudad de Famaillá, a miles de visitantes
que disfrutan no sólo de las clásicas empanadas tucumanas, sino también de
otras comidas tradicionales,
de las artesanías típicas de la región y de espectáculos folclóricos de
artistas locales y nacionales. Los ingredientes de la empanada tucumana
hacen de ella algo especial. Nadie que visite Tucumán puede irse
sin probarlas, ya que son, ni más ni menos, una de las más tradicionales
propuestas gastronómicas del norte argentino.
Ruta de la empanada
Desde el año 2009 se puede recorrer la reconocida Ruta de la Empanada
Tucumana, la cual se compone por unos 50 espacios gastronómicos ubicados en
San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y Famaillá. En todos los establecimientos
participantes, es posible encontrar “la verdadera empanada tucumana”, de
masa crocante y un sabor inigualable que puede disfrutarse en medio del
paisaje natural, igualmente exquisito, que forma parte del recorrido
y hacen de él un verdadero paraíso gastronómico.
Queso, típico sabor regional
Pueden encontrarse en Tucumán dos tipos de quesos, los estacionados y los
frescos. Estos últimos de leche de cabra o de vaca se elaboran en toda la
provincia, y son conocidos como “quesillos”. Suelen servirse tanto
en entradas, con aceite de oliva y pan en una combinación tan sencilla como
perfecta. Pero además, se puede encontrar en postres, acompañado por dulce
de cayote o miel de caña. El queso también tiene su Fiesta
Nacional, y se celebra en Tafí del Valle, donde se dice que se elaboran los
mejores quesos tucumanos, que conllevan secretos en su elaboración,
transmitidos sólo de generación en generación; lo que los hace
únicos.
Más clásicos tucumanos
Tucumán, la cuna de la independencia, ha hecho del locro otra de las comidas
clásicas que se disfrutan más allá del 9 de julio. Perfecto para días fríos,
se trata de un guiso a base de maíz y porotos, con distintos
agregados como zapallo, carne, panceta, chorizo colorado, cebolla y
pimentón. Pero también tiene una versión más liviana para los días
calurosos, como para no perder oportunidad de disfrutarlo en cualquier época
del año.
Tamales
Heredado de los españoles, los tucumanos hicieron su propia adaptación de
esta receta a base de harina de maíz, zapallo, carne, charqui (carne seca),
y huevos. Los ingredientes se mezclan y se envuelven en chalas
(hojas secas de mazorca), para ser presentados en forma de tentadores
paquetitos.
Humita
Pariente de los tamales, pero a base de maíz, zapallo y queso, servida al
plato o envuelta en hoja de chala, suave o picante; la “humita” es otro
exponente indiscutido del sabor local.
Lo más dulce
Cuando se trata de delicias dulces, los tucumanos también son entendidos.
Tienen varias propuestas para agasajar a sus visitantes con su cuota de
sabor y dulzura típicos. Entre las propuestas regionales se destacan:
Alfeñiques
Se trata de unos caramelos duros realizados a base de miel de caña, por lo que
son, sobre todo, súper dulces. En ciertos casos son perfumados con unas gotas de
anís, limón o menta, para ofrecer variedad en los sabores. Poseen una particular
forma de nudo,
y vienen envueltos en papel celofán.
Nueces confitadas
Este es el caso de los bomboncitos de nuez, que son untadas con dulce de leche y
bañadas en chocolate. Estas pequeñas delicias pueden encontrarse no sólo en
Tucumán, sino también en varias provincias del norte argentino.
Gaznates
Son una especie de cañoncitos fritos. Los clásicos están rellenos de dulce de
leche y bañados en almíbar, pero también pueden conseguirse con cobertura de
chocolate.
Colaciones
Se trata de una “lengüita” de masa de alfajor, untada con dulce de leche y
cubierta de glasé o chocolate.
Tucumán y sus vinos
Si bien antiguamente Tucumán no poseía una producción considerable de vino,
la vitivinicultura de esta provincia de a poco se ha ubicado en el mercado
interno y externo, luego de una reconversión y estudio de mercado.
Hoy en día, en el camino a sus viñedos el turista puede encontrar diversas
propuestas, actividades y atractivos. Ruta del vino tucumano La ruta del
vino de Tucumán se ha convertido en uno de sus principales
atractivos, especialmente en temporada de verano, cuando la afluencia
turística se multiplica y muchos eligen ese recorrido tan interesante, para
conocer bien de cerca y en detalle las principales bodegas y
viñedos tucumanos. Los vinos tucumanos son vinos fuertes y estructurados, y
de elevada intensidad aromática, lo que revela la identidad de la región. En
muchas ocasiones, poseen una alta graduación alcohólica
en comparación a vinos de otras regiones, lo cual los dota de una
personalidad distinta al de otras regiones.
Cultura gastronómica como sello
En Tucumán, al igual que en varios rincones del mundo, la cocina se
transforma en un ritual, y la comida se vuelve cultura, ya que forma parte
de las vivencias cotidianas de todo un pueblo y, por lo tanto, de la
memoria colectiva que lo enaltece como tal. Sus platos típicos forman parte
del imborrable recuerdo de los turistas, ya que son sinónimo de cultura y de
tradición, con el agregado de estar diseminados en imponentes
paisajes naturales, lo que hacen aún más bella la experiencia.